Mejora de la adaptación de los alcornocales al cambio climático, a través de la valoración de tecnologías y procesos para minimizar el impacto del chaleco meleo.
La mancha amarilla es un defecto visual que aparece en las panas de corcho y que se expande desde la superficie de la corteza hasta el interior. Los alcornocales afectados con este defecto se localizan en zonas húmedas con un sotobosque numeroso, condiciones que se dan en los bosques de Cataluña. La aparición de este defecto se debe al crecimiento del hongo patógeno Armillaria mellea.
La presencia de mancha amarilla en el corcho va más allá de ser un defecto visual dado que se considera el principal responsable de la presencia en algunos tapones, del 2,4,6-tricloroanisol (TCA) o compuesto que da al vino aroma a moho . Por este motivo, las panas afectadas por este defecto salen de la cadena de producción y se tratamos como un residuo forestal. Las pérdidas económicas asociadas a la presencia de TCA en los tapones de corcho afecta a toda la cadena de valor: propietarios forestales, industria corchera y vitivinícola. La incidencia de TCA en los tapones de corcho ha propiciado la aparición de campañas a nivel internacional en contra de la utilización del corcho. El resultado de estas acciones ha sido la pérdida de valor de las panas y los tapones de corcho y el abandono de la gestión de los alcornocales. En general, la incidencia de mancha amarilla ha comportado una pérdida importante de materia prima sobre todo en lo que se refiere al corcho de origen catalán.
Actualmente, hay pocos estudios sobre las condiciones que propician la infección de los alcornoques por Armillaria mellea y por tanto, de las posibles acciones de prevención y/o eliminación de este patógeno. Al mismo tiempo, se desconocen la incidencia real de este defecto y tampoco existe ningún estudio reciente en el que se confirmen las zonas más afectadas. La relación entre la presencia de mancha amarilla y la formación de TCA es otro aspecto que debería contrastarse para poder definir las implicaciones de su presencia en los tapones de corcho, y valorar si es posible su eliminación. La falta de conocimiento sobre este defecto es posiblemente, la razón principal por la que hasta ahora no se han descrito pautas para su prevención, ni desarrollando tecnologías para su detección y/o eliminación.