El objetivo del estudio ha sido demostrar la durabilidad del corcho a lo largo de la historia, incluido en condiciones adversas como las del fondo marino. Se han estudiado los principales compuestos del corcho como la lignina, los polisacáridos y la suberina, que son los responsables de sus propiedades físico químicas y en definitiva, de hacerlo un material idóneo para adaptarse al cuello de la botella y, conservar los valores de permeabilidad en el oxígeno de vino tranquilo y espumoso. Sin embargo, se ha comprobado el estado de la estructura celular.

Este estudio ha permitido reafirmar la idoneidad de la utilización de los tapones de corcho como tapón de ánforas y que actualmente sigue siendo el material por excelencia para preservar el vino tranquilo y espumoso.