El Consorcio Forestal de Cataluña y los productores de Quality Suber reclaman a la Generalitat que actúe con “contundencia” para frenar los estragos que la plaga de una oruga peluda ha provocado sobre las encinas.
Aseguran que la especie (Limantria dispar) ya ha “exfoliado miles de hectáreas” en toda Cataluña, y que esto compromete “gravemente” la campaña de la cáscara. Aunque ya se hayan hecho tratamientos aéreos –sobre todo, en el Maresme y la Selva– el Consorci Forestal subraya que no es suficiente.
Dice que el riesgo de pelar las encinas afectadas hace que “muchos productores” hayan decidido no hacer la leva este verano y que las 6.000 toneladas de corcho que se preveían extraer de los bosques catalanes se verán reducidas hasta un 25% por la afectación de la plaga, pasando de 6.000 a 4.500 toneladas.
Cíclicamente, la oruga del corcho se constituye en plaga y puede provocar intensas defoliaciones que pueden mantenerse durante varios años (entre 3 y 5). En 2018, la especie atacó muchos bosques catalanes, pero aquellas afectaciones más importantes se registraron en la comarca de la Selva (donde prácticamente 1.000 hectáreas quedaron exfoliadas en 100%).
Ante la previsión de que hubiera una nueva explosión de la plaga esta primavera, la Generalitat ha llevado a cabo tratamientos aéreos y ha fumigado 2.000 hectáreas del Maresme y la Selva. Pero para el Consorci Forestal, la medida se ha quedado corta. Tanto ellos como los productores de corcho dicen que la oruga peluda les comporta un “gran perjuicio“, porque la especie debe “exfoliado completamente miles de hectáreas de alcornocales en toda Cataluña“. Esto hace que los árboles detengan la actividad vegetativa y que, de rebote, produzcan mucho menos corcho.
Por eso, desde el Consorcio y Quality Suber reclaman a Agricultura que destine “muchos más recursos en sanidad forestal” y que se actúe “con contundencia” para frenar la plaga. “La fumigación supone un esfuerzo importante pero insuficiente para paliar los daños, que pueden ir desde la caída en picado de la productividad del corcho hasta la muerte de los mismos árboles“, alertan.
Hasta un 25% menos
A raíz del estallido de la plaga, el Consorcio subraya que “muchos propietarios de fincas con alcornocales” han decidido no hacer la leva este verano, porque hay riesgo de “debilitar” los árboles y dejarlos expuestos “a otros insectos“. Esto, sumado a los estragos que ha hecho la oruga sobre las encinas y los calores, hace que el Consorci Forestal asegura que la campaña de la cáscara se verá “gravemente afectada” este 2019.
De hecho, la entidad ya ha hecho cálculos y asegura que de los bosques se extraerá hasta un 25% menos de corcho del previsto inicialmente. Si de entrada pensaba que se quitarían 6.000 toneladas, ahora esa cantidad se verá reducida hasta las 4.500.
El Consorcio también alerta de que la plaga de la oruga no es el único problema al que debe hacer frente el sector. “Se suma al creciente número de problemas sanitarios que sufren las diferentes tipologías de bosques catalanes, como la carcoma del corcho, la mancha amarilla o el escaldado, y que afectan directamente a su producción o amenazan su subsistencia“, concluye.