La Fundació Institut Català del Suro trabaja para ser un referente en la realización de cursos y estudios sobre mundo del corcho, desde la vertiente forestal hasta la participación del tapón de corcho en la evolución del vino. Consideramos que hablar de corcho es también hablar de sostenibilidad, economía, química o reciclaje, y que es necesario hacer pedagogía para dar a conocer este material, sus propiedades y su potencial.
Con este compromiso, desde la Fundación Instituto Catalán del Corcho apostamos por la educación como herramienta vehicular de nuestra labor y ofrecemos desde los orígenes visitas guiadas a nuestras instalaciones para escuelas e institutos, que en los últimos meses de pandemia se han convertido en webinares y actividades virtuales. También recibimos habitualmente a estudiantes en prácticas que tienen interés por formarse en esta materia.
Como centro de investigación de calidad que somos, nuestra filosofía es compartir información y conocimiento con todos aquellos estudiantes, emprendedores o investigadores que tengan inquietudes sobre este material y dar difusión sobre sus proyectos o iniciativas vinculados con el sector corchero catalán. En este sentido, en los últimos meses hemos asesorado al alumno de la Universidad de Barcelona Enric Farrés por su trabajo de final del Grado en Geografía, titulado: “Los alcornocales y el aprovechamiento del corcho en Cataluña. La industria corchera catalana”. Este proyecto de investigación, publicado el pasado mes de mayo de 2020, realiza un análisis del sector corchero en Cataluña y en base a las conclusiones propone diversas acciones para incrementar el aprovechamiento de los alcornocales catalanes, entre los que destaca:
– Integración de nuevos propietarios forestales en las asociaciones ya existentes de forma que se aumente el número de fincas con planes de gestión forestal sostenible y certificación FSC o PEFC. Estos certificados garantizan a los consumidores que están comprando productos de bosques gestionados sosteniblemente, contribuyendo al mantenimiento de numerosos ecosistemas, a la diversidad biológica, apoyando económicamente a muchas poblaciones rurales y permitiendo la existencia de una importante industria de transformación.
– Integrar nuevos productores y elaboradores en el proyecto “Taps de finca” y crear nuevos proyectos similares que hagan valer la confluencia del corcho de proximidad y el viñedo amparado por las DO.
– Aumentar las ayudas a la despegadura (primera extracción del corcho) para conseguir un incremento de las hectáreas puestas en producción y sumar nuevas superficies.
“Los alcornocales y el aprovechamiento del corcho en Cataluña. La industria corchera catalana” también pone de relieve el esfuerzo de proyectos como GO SUBER o GO BIOCORK, que trabajan para mecanizar la cáscara del corcho y aumentar el control biorracional de la carcoma respectivamente, y que dan herramientas para fomentar la conservación de los bosques catalanes de alcornoque y el mantenimiento de una actividad económica rentable que beneficiaría a propietarios forestales, empresas de trabajos forestales y rematantes.