El Instituto Catalán del Corcho investiga los beneficios del principio activo del corcho para nuestra piel
Cataluña y, sobre todo, la provincia de Girona ha estado ligada históricamente a la industria corchera. Actualmente se crean en Cataluña el 60% de los tapones de vino espumoso y el 10% de los tapones de vino a nivel mundial.
Además de la fabricación de tapones, el corcho, que es la corteza del alcornoque (Quercus Suber), también se utiliza en la industria y la arquitectura por sus propiedades: es muy buen aislante, ligero, antideslizante, flota en el agua…
Desde el Departamento de I+D+i delInstituto Catalán del Corcho (ICSuro) trabajamos constantemente en proyectos de investigación para innovar y encontrar nuevos usos en este material tan especial.
NATURALEZA Y CIENCIA
La suberina y su estructura superficial de red cumplen un papel muy importante, ya que aportan elasticidad al corcho y hace que sea un material con unas condiciones óptimas por diferentes funciones. Recientemente han aparecido algunos estudios científicos que apuntan a que su principio activo, la suberina, también puede tener potenciales beneficios para la piel.
Por este motivo estamos trabajando en colaboración con la empresa Biogründl en un proyecto que lleva por título SUBERCHEM, y que consiste, precisamente, en obtener una gama de principios activos con utilidad cosmética y que tengan su origen en subproductos de la industria corchera de Cataluña. Los otros dos objetivos del proyecto son:
- La búsqueda de un nuevo método de extracción de compuestos de origen natural que sea más eficiente que los métodos actuales y que minimice el consumo de productos contaminantes.
- La caracterización de las propiedades cosméticas de los extractos de subproductos de corcho.
VALOR ECOLÓGICO
Los alcornoques existen, según estudios realizados, desde hace aproximadamente 60 millones de años. Los bosques naturales y cultivados de estos frondosos árboles de hoja perenne se encuentran en áreas del Mediterráneo.
En España se concentran principalmente en Extremadura, Andalucía y Cataluña. La primera cáscara o levadura de corcho se realiza cuando el árbol cuenta con unos 25 años. Sin embargo, para el uso cosmético, la cáscara se lleva a cabo incluso a partir de una edad de 43 años aproximadamente, ya que el corcho antiguo presenta un mayor contenido de nutrientes. A partir de este punto, la cáscara se produce cada nueve años en el sur de España y Portugal y cada 12 en Cataluña. Esto garantiza una calidad excepcional y la sostenibilidad de la plantación.
UN ECOSISTEMA MUY ESPECIAL
Los alcornoques resultan, por sus recursos naturales renovables, de un valor incalculable no sólo para las personas. Estos bosques representan un ecosistema especial que sirve de hábitat a muchas especies animales. Además constituyen un pulmón esencial para la Tierra. En medio de la lucha contra el calentamiento global, los alcornocales tienen una enorme capacidad de absorción de CO2.
Uno de los objetivos estratégicos del ICSuro es ayudar a mejorar constantemente la gestión de los alcornocales de manera ecológica, protegiéndolos de forma sostenible y contribuyendo a su mantenimiento.
La empresa Biogründl, nacida en Barcelona en 2002, se ha especializado en la búsqueda de principios activos de origen natural, de proximidad y de carácter mediterráneo. Por este motivo, el caso del corcho es ciertamente especial por ser endémico del Mediterráneo y por sus implicaciones socio-económicas, históricas y culturales que tiene con el territorio catalán.
Este proyecto tiene como finalidad última dar un nuevo uso en el subproducto de la industria tapera, a fin de aprovechar al máximo la producción de corcho y darle una rentabilidad en el contexto de la economía circular.
(Artículo publicado en Beauty Cluster Barcelona, 31 OCTUBRE 2018)