La Fundación Instituto Catalán del Corcho (ICSuro) cierra el 2022 con unas cifras positivas entre las que destaca elincremento del 21% de las analíticas para las industrias tapera y vitivinícola realizadas en Cork CenterLaboratory respecto al año anterior o la realización del Balance del Bien Común, un proceso de autoevaluación para minimizar el impacto social, ambiental y económico de la entidad en consonancia con la sensibilidad ambiental del sector corchero.
Por Joan J. Puig, presidente de la Fundación Instituto Catalán del Corcho, “el sector corchero es más vivo que nunca y con el ejercicio de autoexigencia y transparencia que representa este paso adelante, queremos transmitir a nuestros partners, colaboradores y clientes el compromiso de la fundación tanto con la tarea que hacemos como con la forma en que la desplegamos. Una forma de hacer que creemos que es el futuro y que estamos seguros de que nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos sectoriales”.
Durante 2022, el departamento de I+D+i se ha reafirmado como uno de los puntales de la fundación trabajando con quince proyectos con partners de doce países diferentes y colaborando con 47 empresas y centros de investigación externos. También se ha hecho formación a más de trescientas personas de los ámbitos de la enología, la sumillería o el diseño y se ha asesorado a una veintena de personas que han presentado nuevas iniciativas relacionadas con el corcho.
A nivel digital, se han recibido 16.700 visitas en la web y se ha incrementado el número de seguidores en todas las redes sociales del ICSuro.